La biodiversidad de una zona es un indicador del estado de conservación del bosque y de los servicios que brinda. En el caso del sudeste de la Amazonía, particularmente el corredor Purús-Manu, es bien conocida la diversidad que alberga. Estos bosques proveen de buen alimento, ya sea fauna, peces, o frutas a las comunidades que viven en el corredor. Esto se hace evidente según la información sobre vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria en Ucayali y Madre de Dios que muestra que todo Madre de Dios y gran parte de Ucayali tienen muy baja, baja o media vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria. Sólo los distritos de Iparia y Tahuania en Ucayali tienen alta vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria. Para las casi 80 comunidades nativas del Purús y Yurua, es evidente la importancia de un buen bosque y fauna, para su sobrevivencia y nutrición.